No hay duda de que el embarazo supone un antes y un después en la vida de todas nosotras y no me refiero exclusivamente al giro que ésta da una vez "superado" el mismo y ya con un nuevo miembro en la familia, sino por los cambios físicos y hormonales que experimentamos mientras "esperamos" y a los que el cabello no permanece "inmune".
Nuestras hormonas andan revolucionadas y el pelo va a ser una "víctima" colateral de este proceso, que aunque no afecta de igual forma a todas, va a ser difícil evitar. En cualquier caso siempre hay alguna manera de minimizar sus consecuencias.
Perdida de cabello, sequedad o pelo graso, cambio de textura, son algunos de los "problemas" más comunes y que muy probablemente se "corregirán" una vez hayas dado a luz o abandonado la lactancia materna. Te recomiendo que empieces por consultar a tu estilista porque aunque no haya una solución total y definitiva, un cambio de champú o acondicionador o alguna ampolla revitalizante, serán siempre de ayuda.
Respecto a la idoneidad o no de usar tintes capilares durante el embarazo, lo cierto es que no hay pruebas definitivas en ningún sentido. No obstante, por precaución y tranquilidad muchos médicos recomiendan evitar teñirse el pelo al menos durante el primer trimestre. Hoy en día existen en el mercado gran cantidad de productos que te pueden ayudar en este sentido como los tintes vegetales, ¡ojo! con su composición o la henna. También puedes recurrir a hacerte alguna mecha o aplicarte un baño de color que siempre serán menos agresivos.
No te vuelvas loca en cualquier caso y disfruta de una etapa de la vida maravillosa.
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